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Carlos Restrepo, cuyas
"cajas" tampoco se constriñen a la bidimensionalidad,
ignora los medios representativos establecidos para construir con
aluminio, su visión fría y tranquila.
EDUARDO SERRANO
Museo
de Arte Moderno de Bogota
Barranquilla-Cali-Medellín
1974.
SALA GREGORIO
VÁSQUEZ
Biblioteca Nacional de
Bogota
14 Artistas Costeños
1975.
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Carlos Restrepo ha
trabajado ya durante algunos años el aluminio, primero en relieves
con un punto de vista pictórico, frontal y actualmente en
representaciones abiertamente tridimensionales. Su obra recrea objetos
invariablemente fabricados en masa y, por regla general, en escala
exacta del modelo. El énfasis en la imagen publicitaria de los
productos aludidos, revela relaciones de su trabajo con el arte Pop;
pero su obra no acude a los colores fuertes propios de la publicidad y
sobresalientes en ese movimiento. Por el contrario, su misterio y
atracción departe el tono frío y metálico del material (e inclusive
de la serigrafía que en ocasiones les imprime), el cual los separa de
la realidad, bañándolos con brillos y con ambigüedad. Más
recientemente sus objetos se han visto enriquecidos por
consideraciones formales nuevas en su obra, por ejemplo, de
equilibrio, ensamblajes, las cuales complementan la importancia del
material, del concepto creativo y del elemento humor, base manifiestas
en su criterio estético.
EDUARDO SERRANO
Museo de Arte Moderno
de Bogotá
II Salón Atenas 1976.
GERMAN RUBIANO
Historia del Arte
Colombiano
Salvat Tomo VII. 1977.
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La obra de Carlos
Restrepo comporta un juego semiológico como unidad y como conjunto.
La lección misma de sus temas y de los objetos cotidianos que en su
indefensión como objetos puros y simples, en su papel de simples
cosas en el repertorio utilitario de los bienes de consumo y el
inventario de muebles y herramientas de los hombres de hoy, no parecen
sospechar los roles que el artista les pone a desempeñar como
intermediarios de una nueva comunicación, de una redefinición de sus
papeles, que crea una tensión inteligente entre la misión original
de esos objetos y su nueva función de obra de arte. Restrepo sigue
fiel a su representación de unas ideas que reposan la carga de sus
diversos sentidos en la reinvención de objetos y realidades, a partir
de objetos y realidades anteriores, reutilizando o reciclando los más
disímiles elementos, y destinándolos a un nuevo concepto. Machetes,
botas, libros, tubos dentífricos, lápices, guantes, un juego de fútbol
de mesa, un claxon, son elementos básicos para una imagineria, que el
caso del aluminio, es ganada a pulso a la fría lamina, en lo que
constituye la que solo tiene valor cuando se quiere mirar las otras
caras de la realidad desde la perspectiva lúdica del arte.
MIGUEL IRIARTE
DÍAZGRANADOS
Aparte del Periódico
El Heraldo dominical
Páginas 6-7, Junio 15
de 1977.
Barranquilla.
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Los relieves Silla y
Libro, de Carlos Restrepo, señalan por su carácter de
"incompleto" las tres dimensiones que habitamos, subrayan
nuestra escala. En efecto, los objetos de Restrepo no alcanzan a ser
elementos autónomos como los que semejan. Están unidos a un fondo,
anulando la dicotomía que da la ilusión de profundidad en una obra
bidimensional: figura contra fondo. Tanto sus libros como sillas son
fondo y figura a la vez. Se configuran literalmente de la misma
materia. Hacen evidente el mecanismo de la representación y se hacen
reales como tales, como signos. Son tridimensionales ¿ cómo no
serlo?. Son pedazos de laminas de aluminio dobladas en forma de sillas
y de libros, de marcos y de fondos. Nos meten y luego nos sacan del
juego.
HUMBERTO JUNCA Y
JAIME CERON
Libro editado por el
Ministerio de Cultura Junio 2000
"Investigaciones
sobre Arte Contemporáneo en Colombia"
Proyecto Pentágono.
Materialismo.
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La naturaleza está
siempre allí. Nos plantea y le planteamos preguntas. El paisaje aún
se impone, ya no exaltados con ojos incrédulos sino interrogantes. En
la obra de Carlos Restrepo, aparece un lugar sagrado: La Sierra Nevada
de Santa Marta. Lugar patrimonial de nuestra geografía, cuya
sacralidad es puesta en cuestión por el artista mediante la
configuración múltiple de su imagen (cajas ovaladas en metal) y su
manufactura con un material industria. Aquí emergen lecturas implícitas
en la relación motivo-material, con lo cual Restrepo parodia la
mirada contemplativa de un lugar y evidencia su fragilidad y
vulnerabilidad. Allí no hay ninguna carga sentimental. El paisaje es
un objeto que se basta a sí mismo. La obra es el resultado de un
continuo proceso de activismo ecológico del artista en su región.
RAÚL CRISTANCHO
Imagen Regional
III Biblioteca Luis Ángel Arango
Octubre 2000 Bogota.
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Hay nombres que se
pueden agrupar en la medida en que juntos hitos o cambios forjados
mancomunadamente, dándole a las a nuevas experiencias artísticas,
pero también hay los que son su continuación sin caer en continuismo
porque saben proceder con personalidad. Una cosa hay que puntualizar
en todo caso y es que la historia del Arte en América Latina,
descontando unas cuantas excepciones, está hecha de personalidades
aisladas que se agrupan por generación y actitudes compartidas con
inocultables vaguedad, no porque los aglutinen conceptos medulares.
Pero si verdad, es que hay artista que el historiador puede
interrelacionar para entretejer un discurso, otros hay, que son como
islotes imposibles de aglutinar. Es el caso, para comenzar, de Carlos
Restrepo. Carlos Restrepo es un autentico solitario. Si bien es cierto
que ha participado en exposiciones colectivas de importancia
realizadas en Bogota, Medellín y Cali; que han sido organizadas con
criterios curatoriales rigurosos, su recogimiento y sentido del
silencio no se han visto alterados ni siquiera por su participación
en El Sindicato, adhesión que correspondió al fervor de un instante en
Barranquilla, cuando era necesario estremecer el ambiente a nivel
local y nacional. La anterior aclaración era necesaria por que los
relieves de Restrepo están lejos de la exaltación emocional de
Alacenas con zapatos, de la que fue coautor, y tienden más bien a ser
cerebrales y clásicos. Restrepo hizo su primera exposición
individual en 1973. La importancia a la frialdad del material que
emplea el escultor, ya que es una frialdad que va a la mano con la
frialdad del objeto bien medido y bien cortado que sale del taller del
artista. Hasta la aparición de Restrepo, los que trabajan con laminas
metálicas y especialmente con laminas de aluminio tendían a
convertir en fórmulas los hallazgos de Edgar Negret. Carlos Restrepo
se salió del esquema, comenzando por preferir la figuración
presentada de manera obvia y apartarse así del abstraccionismo que
dominaba a la escultura colombiana. El escultor se convirtió de este
modo en el protagonista de un nuevo gesto de apertura y renovación
que llegó a su clímax con las obras Enlatados de la Sierra Nevada
(1996), conjunto monumental de treintena de módulos sueltos
concebidos a partir de las latas de sardinas. La imagen de marca fue
el pretexto para fabricar envases idénticos a los del producto
original pero de mayores tamaños, denuncian el desastre ecológico a
que estaría abocado el macizo montañoso más alto de Colombia y del
Caribe de no detenerse el proceso de agresión y deterioro a que está
sometido desde hace más de veinte años, cuando se fumigaron los
cultivos de marihuana de su accidentada topografía. Restrepo es seco
y preciso.
ÁLVARO MEDINA
El Arte de
Caribe Colombiano
Libro editado en el
2000
Páginas 70-71-72.
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